Quemaduras
Una quemadura es una lesión que puede venir causada por calor seco, como el fuego, por el contacto con una superficie caliente, calor húmedo, como el vapor o los líquidos calientes, los productos químicos, la electricidad, los rayos, la radiación solar o radioterapia. La gravedad de las quemaduras varía en función de la extensión del daño tisular: superficial, superficial de espesor parcial, profunda de espesor parcial o de espesor total. Se clasifican en función de la superficie corporal total afectada por el daño y a veces se clasifican en primer, segundo o tercer grado dependiendo de la profundidad de la quemadura. Las quemaduras de tercer grado son de espesor total. El control bacteriano y la reducción del dolor asociado a los cambios de apósito son muy importantes en las quemaduras. Los apósitos antimicrobianos de hidrofibra pueden resolver estos problemas. Convatec ofrece apósitos útiles para el cuidado de las quemaduras, tanto para la quemadura como para la zona de injerto cuando estos sean necesarios. [1,2]
Incisiones quirúrgicas
En incisiones quirúrgicas, los bordes se aproximan con puntos, grapas o tiras adhesivas y se dejan cicatrizar por primera intención. [7]
Lesión por presión profunda
De acuerdo con el modelo teórico más actualizado realizado por García Fernández et. al en GNEAUPP, y en conformidad con las dos organizaciones internacionales más reconocidas (EPUAP/NPUAP), se propone definir las úlceras por presión como:
“Una lesión localizada en la piel y/o tejido subyacente por lo general sobre una prominencia ósea, como resultado de la presión, o de la presión en combinación con las fuerzas de cizalla. En ocasiones, también pueden aparecer sobre tejidos blandos sometidos a presión externa por diferentes materiales o dispositivos clínicos” [19]
Categoría I: Eritema no blanqueable
Categoría II: Úlcera de espesor parcial
Categoría III: pérdida total del grosor de la piel
Categoría IV: pérdida total del espesor de los tejidos
“Una lesión localizada en la piel y/o tejido subyacente por lo general sobre una prominencia ósea, como resultado de la presión, o de la presión en combinación con las fuerzas de cizalla. En ocasiones, también pueden aparecer sobre tejidos blandos sometidos a presión externa por diferentes materiales o dispositivos clínicos” [19]
Categoría I: Eritema no blanqueable
Categoría II: Úlcera de espesor parcial
Categoría III: pérdida total del grosor de la piel
Categoría IV: pérdida total del espesor de los tejidos
Úlceras de pie diabético
La úlcera del pie diabético es la infección, ulceración o destrucción de los tejidos del pie de una persona con diabetes mellitus y que, generalmente, va acompañada de neuropatía y/o arteriopatía periférica en la extremidad inferior. [3]
Úlceras de pierna
Una úlcera de pierna es la perdida de espesor parcial o total del tejido de la extremidad como consecuencia de alteraciones en los vasos arteriales, venosos o ambos. Las úlceras venosas son las más frecuentes y son el resultado de un retorno venoso deficiente al corazón que provoca una hipertensión venosa mantenida; produciendo hinchazón y daño tisular en la extremidad. [5]
Heridas quirúrgicas abiertas
La cicatrización de las heridas quirúrgicas abiertas se hace mediante segunda intención, que implica dejar que la herida cicatrice de forma natural, dejando que el tejido de granulación crezca desde el lecho de la herida para regenerar el deficit de tejido creado por la cirugía. [7]
Desgarro cutáneo
Una herida causada por cizallamiento, fricción, y/o fuerza contundente que da como resultado una separación de las capas de la piel. La mayoría de los desgarros cutáneos se producen en los brazos o las piernas, pero también pueden producirse en la zona del tronco debido a un traumatismo. Los cambios que se producen en la piel con el envejecimiento hacen que los ancianos sean muy vulnerables a estas lesiones. Debe hacerse todo lo posible para proteger la piel en las zonas vulnerables. [10]
Lesión por presión de categoría I y II
Lesión por presión de categoría I: Eritema no blanqueable, Piel intacta con enrojecimiento no blanqueable de un área localizada generalmente sobre una prominencia ósea (aunque también pueden aparecer sobre tejidos blandos sometidos a presión externa por diferentes materiales o dispositivos clínicos). El área puede ser dolorosa, firme, suave, más caliente o más fría en comparación con los tejidos adyacentes, pudiendo presentar edema o induración (> 15 mm de diámetro). [19]
Lesión por presión de categoría II: Úlcera de espesor parcial. Pérdida de espesor parcial de la dermis que se presenta como una úlcera abierta poco profunda con un lecho de la herida normalmente rojo-rosado y sin la presencia de esfacelos. [19]
Lesión por presión de categoría II: Úlcera de espesor parcial. Pérdida de espesor parcial de la dermis que se presenta como una úlcera abierta poco profunda con un lecho de la herida normalmente rojo-rosado y sin la presencia de esfacelos. [19]
Lesión por presión de categoría III y VI
Lesión por presión de categoría III: pérdida total del grosor de la piel Pérdida completa del tejido dérmico. La grasa subcutánea puede ser visible, pero los huesos, tendones o músculos no están expuestos. Puede presentar esfacelos y/o tejido necrótico (húmedo o seco), que no oculta la profundidad de la pérdida de tejido. Puede incluir cavitaciones y/o tunelizaciones. La profundidad de la lesión por presión de categoría III varía según la localización anatómica. En el puente de la nariz, la oreja, e occipital y el maléolo, que no tienen tejido subcutáneo (adiposo), las úlceras pueden ser poco profundas. En contraste, las zonas de importante adiposidad pueden desarrollar lesiones por presión de Categoría III extremadamente profundas. En cualquier caso, el hueso, el músculo o el tendón no son visibles o directamente palpables. [19]
Lesión por presión de categoría 4:Pérdida total del espesor del tejido con hueso, tendón o músculo expuesto. Pueden presentar esfacelos y/o tunelizaciones. La profundidad de la lesión por presión de Categoría IV también varía según la localización anatómica y el tejido subcutáneo (adiposo) que ésta contenga. Las lesiones de Categoría IV pueden extenderse a músculo y/o estructuras de soporte (por ejemplo, la fascia, tendón o cápsula de la articulación) pudiendo darse con bastante frecuencia una osteomielitis u osteítis. El hueso o músculo expuesto es visible o directamente palpable. [19]
Lesión por presión de categoría 4:Pérdida total del espesor del tejido con hueso, tendón o músculo expuesto. Pueden presentar esfacelos y/o tunelizaciones. La profundidad de la lesión por presión de Categoría IV también varía según la localización anatómica y el tejido subcutáneo (adiposo) que ésta contenga. Las lesiones de Categoría IV pueden extenderse a músculo y/o estructuras de soporte (por ejemplo, la fascia, tendón o cápsula de la articulación) pudiendo darse con bastante frecuencia una osteomielitis u osteítis. El hueso o músculo expuesto es visible o directamente palpable. [19]
Lesión por presión no categorizable
Algunas lesiones se considerarán como no categorizables, hasta que no se realice un desbridamiento que permita establecer que profundidad tiene dicha lesión. Se sospechará de una de lesión profunda o de profundidad desconocida, cuando encontramos un área localizada de color morado o pardo, de piel decolorada o ampolla con sangre, debido al daño que sufrieron los tejidos blandos subyacentes producidos por la presión o la cizalla.